miércoles, 10 de julio de 2013

Publicidad divertida

Buenas de nuevo , vuelvo a actualizar este blog con motivo del curso de Branding que estoy realizando. 

He aquí unos ejemplos de publicidad creativa que espero que os guste y os haga pasar el rato, ya que esta es la finalidad de este blog.

Posdata: Jugad al Pacman y al Mario, lo mejor de este blog.

La carrera de un publicista

career evolution in advertising creative job ad

Los Simpson


Heineken: ¡Únete a nosotros! Y el mundo sera uno


Rubik: 25 años y todavía intentando hacerlo

Rubik's Cube: 25 years and still going, 2

Rubik's Cube: 25 years and still going, 3

Rubik's Cube: 25 years and still going, 1

Cuchillos WTF: Más afilados de lo que piensas 



ert.jpg


Fórmula thoothcare: Muerde 


Jobomaster.de: Proyecto de lameculos


Calvin Klein Underwear


Oltimer Restaurants: Tunel 


The Economist




Berger: Colores naturales finales


Siemens mixer


Panasonic: Recortadora de pelos de la nariz

Organízate con Peter Walsh






viernes, 18 de mayo de 2012

¿Cómo montártelo por tu cuenta? (III)


Aquí os dejo la última parte de mi estudio de cómo montártelo por tu cuenta espero que os haya gustado.

¿Vives para trabajar o trabajas para vivir?

Para las personas emprendedoras no hay límites entre lo profesional y lo personal. No porque sean unos “adictos al trabajo” o unos masoquistas sino porque se dedican a algo que les apasiona. Meten muchas horas, personas de su alrededor no comprenden el por qué de tanta entrega. Pero ellos y ellas insisten en que no hay mayor recompensa que hacer lo que les gusta y poder ganarse la vida con ello.

Claro que semejante actitud es incomprensible para quienes entienden el trabajo exclusivamente como una fuente de ingresos. No les entra en la cabeza que alguien pueda mezclar tan alegremente su tiempo personal y su trabajo ni, mucho menos, concebir su actividad profesional como una opción de vida. Piensan que algo así es propio de personas adictas al trabajo, obsesionadas por el dinero y el éxito profesional. Nada más lejos de la realidad.

El grado de implicación de las personas emprendedoras suele ser tal que se obsesionan y pierden la perspectiva. Abandonan sus aficiones. Dejan de quedar con amigos…

Las personas emprendedoras se entregan en cuerpo y alma a su proyecto y este les da tantas satisfacciones personales que llega un momento en que no tienen espacio en sus vidas para nada más. Cuando programan sus vacaciones siempre aprovechan para “darse una vuelta” por algún evento relacionado con su trabajo y ponerse al día de las novedades de su sector. Y sus salidas de fiesta se parecen cada vez más a cenas de negocios porque, además, tienen tendencia a hacerse amigos como ellos de modo que cuando se emborrachan, sólo hablan de trabajo. El gran reto es no dejarse arrastrar por las dinámicas del día a día y no caer en la auto-explotación. Porque cuando se entrega tanto a lo que hace, el tiempo pasa muy deprisa. Es fácil perder el control, mirar atrás y darte cuenta de que, por ejemplo, llevas un par de años sin tomar vacaciones. Por eso es importante parar de vez en cuando y preguntarse “¿esto sigue siendo lo que quiero hace con mi vida?”.

En esa situación, tener pareja se convierte en una misión casi imposible. Las personas emprendedoras nunca están disponibles o tiene unos horarios extraños. Generalmente, los mayores desequilibrios se dan al principio. Poner a funcionar un negocio requiere mucha energía y dedicación y en los primeros años, es habitual entregarse sin medida. Pero con el tiempo, la mayoría toman conciencia de la necesidad de bajar el ritmo y poner un poco de orden en sus vidas.

Aprender a desconectar es imprescindible, es una cuestión de salud mental. Y para conseguir mantener el equilibrio hay tres reglas de oro que toda persona emprendedora debe conocer:

1.     Fijarse unos horarios y, por mucho trabajo que haya, cumplirlos. Decir adiós a las sesiones de trabajo olímpicas. Y, por supuesto, tomar vacaciones.

2.     No tener la oficina en la casa. Esta es una de las causas más habituales de desequilibrio entre la vida personal y la profesional porque, al no cambiar de ambiente, se pierde el control del tiempo que se dedica a trabajar.

3.     Aceptar que no pasa nada por no estar siempre localizables. La empresa no se va a hundir por desconectar el móvil el fin de semana o no tener Internet en casa.

Problemas del día a día

No es posible plantearse emprender si no se está dispuesto a asumir riesgos. Para un emprendedor lo cotidiano se vuelve peligroso y la incertidumbre sobrevuela sin tregua, hay días malos, muy malos, y aún peores, también hay algún día bueno.

Al estar al frente de un negocio surgen problemas de todo tipo que pueden llegar a quitar años de vida al individuo.

-         Estrés: Hace volverse inestable, con una personalidad cada vez más obsesiva.
-         Problemas en el peor momento: La ley de Murphy, siempre sale algo mal en el peor momento.
-         Enfermar no es una opción válida.
-         Inseguridades acerca del negocio.
-         Gastronomía autónoma: Comer lo que se pille de por medio sin tiempo ni ganas de llevar una dieta equilibrada.
-         La creencia de que uno mismo es el único que sabe hacer las cosas bien y la incapacidad de delegar tareas.
-         Hay que estar localizable las 24 horas los 365 días
-         Hay momentos en los que existe cierta pérdida de la ilusión por lo que se está haciendo ya que a veces la realidad no cumple las expectativas generadas en la cabeza.
-         Hay cierta gente que enfoca tanto su vida al trabajo que hace de todas sus conversaciones monotemáticas en torno a dicho tema.
-         La vida en pareja puede verse realmente afectada por la importancia que adquiere el negocio en la escala de valores de un emprendedor.

¿Por qué empezar?, ¿Qué tiene de bueno?

Después de haber hablado de todos los inconvenientes que tiene el emprender, como el de aceptar niveles tan altos de estrés, sacrificio, preocupaciones, problemas, incertidumbre, dificultades, nervios, trabajo y dedicación constantes. Es licito preguntarse qué puede llevar al individuo a emprender, lo cierto es que parece un enigma inexplicable, pero quien lo ha probado no sólo no se arrepiente, sino que se lo recomienda a los demás.

Por encima de todo, a las personas emprendedoras les mueve la satisfacción de autorrealizarse y sentirse dueñas de su propia vida. Para ellas, la mayor libertad consiste en no tener que dar explicaciones a nadie y que el éxito o el fracaso se lo deban solo a sí mismas. Hablan de sus proyectos como si estuvieran enamoradas y solo llevarlos a cabo ya es una recompensa. Reconocen que la ilusión es importante pero que no hay que pecar de ilusos, el camino es largo y duro. Y, aunque no lo admitan, la mayoría tienen su buena dosis de locura y masoquismo. Una especie de impulso interior que les lleva a lanzarse a la aventura una y otra vez. Es arriesgado y emocionante como la propia vida, hay que superar las inseguridades para luego sentirse bien consigo mismo.

viernes, 11 de mayo de 2012

¿Cómo montartelo por tu cuenta? (II)


Aquí os dejo la segunda parte de cómo montártelo por tu cuenta, hasta la semana que viene más y mejor.

La cruda realidad

El papel lo aguanta todo, el proyecto puede ser muy bueno y tener una previsión de ventas muy buena. Pero llega el momento de enfrentarse a la cruda realidad, y es que la inserción en el mercado es siempre complicada. Supone el comienzo de la actividad real, más allá de todo el trabajo previo que se haya realizado (modelo de negocio, conocer el sector, plan estratégico, DAFO…), y la idea se mide en un terreno competitivo lleno de dificultades que tal vez no se haya tenido en cuenta antes. Las claves para sobrevivir en esta jungla pueden ser mantenerse alerta, tener humildad, ser objetivos, ser muy audaces, pero sobre todo tener capacidad de adaptación para modificar nuestra idea a las necesidades del mercado.

¿Emprender solo o acompañado?

Es uno de los aspectos más críticos del emprendizaje: decidir con quién trabajar y qué tipo de relación establecer; aprender a motivar a los demás y trabajar en red. Por muy multitarea que seas, casi ningún proyecto puede salir adelante con una sola persona. Los socios, empleados y colaboradores pueden multiplicar el potencial de tu proyecto o condenarlo al fracaso, ser una fuente de alegrías y satisfacción o convertirse en tu peor pesadilla. No existen fórmulas mágicas y es fundamental dar con la buena.

En general, quienes emprenden por primera vez suelen optar por hacerlo acompañados porque, a primera vista, las ventajas son evidentes. Asociarse permite compartir responsabilidades, penas y alegrías. Aporta mayor capacidad de trabajo y, por supuesto, más capital. Las razones por las que las personas emprendedoras optan por asociarse suelen ser de dos tipos:

1.    Para suplir sus propias capacidades con alguien que conoce bien el sector o posee habilidades concretas; bien para conseguir mayor financiación. Pero quienes cuentan con mayor experiencia en emprendizaje insisten en que estas son falsas. En el primer caso, siempre se puede contratar a alguien que tenga esos conocimientos;
2.     Existe la posibilidad de pedir un crédito. La verdadera razón para asociarse suele ser el medio. Juntarse con otra persona es, sobre todo, un factor de seguridad.

Pero no hay que olvidar que un socio también puede ser una fuente de problemas. Asociarse es como casarse. Se van a compartir vivencias intensas y muchos momentos duros de modo que la decisión de incorporar a alguien en el proyecto debe valorarse con la cabeza muy fría. Hay experiencias de asociación exitosas, claro que sí. Matrimonios profesionales muy bien avenidos; empresas con tres, cuatro y más socios; y también cooperativas que funcionan muy bien. Pero la realidad es que los casos de asociaciones frustradas son mucho más numerosos. Y es algo que tenemos tener en cuenta.

Pero incluso cuando se decide emprender en solitario, es básico gestionar bien las relaciones con los demás. Ser jefe es mucho más difícil de lo que parece. Saber rodearse de un buen equipo y aprender a dirigirlo, delegar, motivar, crear un buen ambiente y dar con el modelo organizativo adecuado son algunas de las claves. Aunque lo cierto es que para la organización de equipos no hay fórmulas mágicas y cada caso es diferente. Por una parte, hay que tener en cuenta las preferencias de cada persona: hay quienes se motivan con incentivos económicos, otros con flexibilidad de horarios o reconocimiento. Por otro, también son importantes las relaciones internas de los grupos que pueden producir equipos muy equilibrados o todo lo contrario. Y por último, tener muy presentes las peculiaridades de cada sector: no se gestiona igual el personal de una empresa de tornillos que el de una agencia de publicidad.

viernes, 4 de mayo de 2012

¿Cómo montartelo por tu cuenta? (I)

¿Cómo montartelo por tu cuenta?, aquí os dejo los primeros pasos a seguir para abrir tu propio negocio, espero que lo disfrutéis...

¿Cómo empezar?

Lo primero y más importante es la toma de decisión de montar tu propio negocio. Hay que tener total convencimiento del paso que se quiere dar para luego no arrepentirse.
Podríamos decir que hay dos principales maneras de llegar a la conclusión de que se quiere montar un negocio de cualquier tipo: Tener muy claro que se quiere montar un negocio pero no saber que tipo puede ir en acorde a las cualidades que posee el individuo, o por el contrario tener una cualificación especifica en un área, pero no tener muy claro si se debe montar un negocio o por el contrario ser un asalariado más.

¿De dónde sale la idea?

Para tener una buena idea hay que darle mil vueltas, enamorarse de ella, abandonarla. Un día se puede llegar a creer que es revolucionaria y al otro que no vale absolutamente para nada. La idea acompaña al individuo a lo largo de todo el proceso de emprendizaje y, al final, lo más probable es que se descubra que lo importante no es de dónde sale sino dónde acaba. Contrastarla con otras personas es muy útil pero hay que saber a quién escuchar. Pensar sobre pensado es muy fácil así que  se debe elegir bien a los interlocutores. Es importante recordar que quien decide es uno mismo y que su instinto será el mejor consejero. Ideas buenas hay muchas pero a menudo las más originales provienen de una innovación muy sencilla, de saber ver las cosas desde un punto de vista diferente.

No hay que dudar en modificar la idea siempre que se necesite, ya sea en el proceso de diseño o en el de realización que es, muchas veces, donde finalmente las ideas muestran todo su potencial. Para lo bueno como para lo malo. Pero no hay que agobiarse y corregirla todas las veces que haga falta. Porque una idea que no evoluciona es una idea muerta y el éxito dependerá de saber adaptarla a las circunstancias con visión e inteligencia.

La idea debe tener algo que diferencie el negocio de los demás, ahí es donde entra en juego la creatividad. El rasgo diferenciador de esta puede ser algún tipo de negocio ingenioso o novedoso, o simplemente adaptar un tipo de negocio ya existente y darle un nuevo aire u ofrecer servicios que no ofrece la competencia. Tener una idea que te diferencie de los demás es fundamental para buscar un buen posicionamiento para el negocio, si se carece de esto posiblemente el negocio no sobreviva mucho tiempo ya que tan solo será uno más.

Aquí expongo algunas razones por las que un individuo llega a tomar la decisión de montárselo por su cuenta:

-       Tener un conocimiento previo en la materia del negocio que se desea montar.
-       Tener unas expectativas de crecimiento profesional superiores a las que se posee en el momento
-       Considerar que es una oportunidad más de trabajar dadas las circunstancias que nos rodean.
-       Tener una idea de negocio brillante
-       Ver que en un área geográfica existe un nicho de mercado que no esta cubierto por nadie.
-       Querer una independencia profesional y trabajar para uno mismo.
-       Tener unas inquietudes que superan la realidad presente y desear una autonomía mayor.
-       Verse infeliz como asalariado.
-       Haber crecido en un entorno en el que cultural o educacionalmente se han dado diversos casos de empresa propia.
-       Tener un hobby o afición que te lleve a ello.

viernes, 20 de abril de 2012

Creatividad en las escuelas


Ken Robinson: "Las escuelas matan la creatividad"


En este vídeo ya antiguo, Sir Ken Robinson (reconocido experto mundial en temas relacionados con la creatividad y educación) da una charla muy amena en la que explica cómo el sistema educativo margina y socava la creatividad innata de los niños, fomentando el miedo a equivocarse, y produciendo finalmente adultos menos creativos y faltos de originalidad. 

En otra conferencia, este “gurú” británico puso el ejemplo de grandes músicos como Paul McCartney y George Harrison, cuyo talento musical no fue detectado en la escuela.